Soy incapaz de explicar toda la lógica tras la computación cuántica, pero si les puedo decir que los usos de esta tecnología son impresionantes y que nos llevará a adelantos que aún no somos capaces de siquiera imaginar. Estamos frente al inicio de otro gran salto tecnológico que debemos abrazar tempranamente si queremos como país no quedar atrás.
Las computadoras clásicas continuarán siendo mejores en algunas tareas como por ejemplo correo electrónico, hojas de cálculo y autoedición por nombrar algunas. La intención de las computadoras cuánticas (QCs) es ser una herramienta diferente para resolver otro tipo de problemas, no reemplazar las computadoras que conocemos. Las computadoras tradicionales necesitarían millones de años para resolver los problemas complejos que parecen imposibles hoy y que serán resueltos en segundos. Imaginen cómo las QCs a gran escala revolucionaran a futuro a todas las industrias de una u otra manera.
Veamos algunos ejemplos:
Estas podrían permitir avances drásticos en el descubrimiento y desarrollo de fármacos y, en última instancia, dar a los científicos la capacidad de tratar o prevenir enfermedades que actualmente son incurables. Con su poder de procesamiento increíblemente alto, estas máquinas podrán revisar simultáneamente múltiples moléculas, proteínas y productos químicos a través de la simulación cuántica, lo que permitirá que las los medicamentos se desarrollen de manera más rápida y efectiva que en la actualidad.
Los científicos esperan que las simulaciones cuánticas aceleren el desarrollo de medicamentos y vacunas para proteger contra enfermedades como el covid-19, la influenza, el cáncer e incluso encontrar una cura para el alzhéimer. Además, las simulaciones cuánticas también podrían reemplazar los experimentos de laboratorio, reducir el costo de la investigación e incluso minimizar la necesidad de pruebas en humanos y animales.
Las computadoras cuánticas podrían brindar potencialmente enormes beneficios al sector financiero como por ejemplo la optimización de carteras, la fijación de precios de activos, la seguridad de los datos y acelerar la detección de fraudes entre otros.
Veremos una amplia gama de industrias optimizando los flujos de trabajo asociados con el transporte, la logística y la gestión de la cadena de suministro. El cálculo y recálculo de rutas óptimas podría tener un impacto en aplicaciones tan diversas como la gestión del tráfico, las operaciones de flotas, el control del tráfico aéreo, el transporte y distribución de carga.
En meteorología, con tantas variables a considerar, es difícil producir pronósticos precisos. La IA con QCs mejorará el reconocimiento de patrones, lo que facilitará la predicción de eventos climáticos extremos y salvará potencialmente miles de vidas al año. Se podrán generar y analizar modelos climáticos más detallados; obteniendo una mayor comprensión del cambio climático y cómo podemos mitigar su impacto negativo.
Empresas tecnológicas como Alibaba, Google e IBM están trabajando en aplicaciones como criptografía resistente a piratería, depuración de software y IA. En fin, ejemplos hay muchos.
Por último, vale la pena decir que la tecnología cuántica puede ayudar a los gobiernos y aparatos estatales a ser más eficientes, optimizando tanto los manejos de información como en el uso de los recursos. Ejemplos de esto podrían ser todo, desde las respuestas de emergencia ante posibles terremotos, inversiones en sistemas de seguridad social, la toma de mejores decisiones para las inversiones en infraestructura hasta las operaciones militares y de seguridad pública.
La otra cara de la moneda es que, si bien las QCs traerán muchos beneficios, también traerán consigo nuevos riesgos. Tendrán el poder de romper el cifrado usado en la actualidad, lo que significa que los datos, sin importar cuán seguros puedan estar hoy, serán vulnerables en el futuro. Esa es una perspectiva bastante aterradora para cualquier país u organización con información confidencial que resguardar. Esto implica que por ejemplo toda la información bancaria, médica, legal, secretos de estado, etc. de todos nosotros estará expuesta.
Si quisiéramos realmente capitalizar las ventajas tanto económicas como políticas que puede traer la cuántica, necesitaremos una fuerza laboral educada en estas materias y con el talento para acelerar el progreso y lograr poner este tema tan relevante en la discusión nacional.